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Aquí sí hay quienes viven
Nacidas en Parla, Madrid, España, las cinco hermanas gemelas López García vivieron en aquella ciudad durante buena parte de sus vidas. Su madre falleció, duh, durante el parto; tremendos esfuerzos tuvo que hacer la pobre señora para aguantar tanto tiempo. De entre todas ellas, Carla es considerada la tercera mayor, Ainhoa la cuarta y Sara, la quinta, pese a haber nacido todas ellas en el plazo de una hora. Sí, Sara tampoco lo acepta.
Las cinco se criaron juntas mayoritariamente en el hogar de sus abuelos maternos, su padre resultando un fracaso total como figura influencial y siendo incapaz de solicitar un refund.


En lo referente a su etapa escolar, las cinco iban juntas al mismo colegio, aunque no tardaron en verse claras diferencias entre ellas: por ejemplo, a su entrada al instituto quedó claro que Carla prefería las materias orientadas a ciencias como las matemáticas, Sara concedía una cierta prioridad a las materias físicas y Ainhoa era diestra en artes escénicas, si bien podía lidiar con el resto de materias sin problema.
Durante su último curso de secundaria, la única de ellas que suspendió alguna materia fue Sara, con cuatro; durante ese terrible verano para ella, mientras Ainhoa estaba encima de sí obligándola a estudiar, Carla comenzó a interesarse por el mundo del streaming.
Sara terminó por aprobar todas sus materias, aunque algunas por métodos un tanto cuestionables. Y no, no hablamos de copiar, precisamente. Estaba en el instituto, y la muchacha tenía un mundo nuevo por descubrir.
En cualquier caso, los abuelos de las mozas no podían seguir manteniéndolas por su cuenta, y su padre se había esfumado; en vistas a las altas perspectivas de Carla como streamer, las cinco tomaron la decisión de independizarse e irse a Andorra. ¿Cómo lo hicieron, siendo menores de edad? Es una cuestión cuya respuesta sólo una de ellas conoce con seguridad.
Un año después, tres de las hermanas (Carla, Ainhoa y Sara) se fueron de viaje a Japón. Allí...

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